Más importante que decir a l@s hij@s cómo actuar, qué hacer o qué decir (o NO hacer o decir) es dar ejemplo con nuestro comportamiento o nuestra actitud. No es un prejuicio poco fundamentado, sino que parece en ocasiones un hecho constatado que la historia se repite, como si de un ciclo se tratara. Por eso, quizá deberíamos cuestionarnos como padres y madres nuestras actitudes y comportamientos, ser un poco más autocríticos en un sentido constructivo, porque cabe la posibilidad de que si nosotr@s no nos esforzamos por mejorar y cambiar ciertos aspectos no tan positivos de nuestra vida, puede resultar injusto pretender que nuestr@s hij@s no nos emulen.
Un mensaje que todo padre debe leer porque sus hijos lo están observando y haciendo lo que él hace, no lo que él dice.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi pegar mi primer dibujo al refrigerador, e inmediatamente quise pintar otro.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi arreglar y disponer de todo en nuestra casa para que fuese agradable vivir, pendiente de detalles, y entendí que las pequeñas cosas son las cosas especiales de la vida.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y enfermos y aprendí que todos debemos de ayudarnos y cuidarnos unos a otros.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que no tienen nada y aprendí que aquellos que tienen algo deben de compartirlo con quienes no tienen.
• Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella y aprendí a cuidar lo que se nos.
• Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades aún cuando no te sentías bien, y aprendí que debo de ser responsable cuando crezca.
• Cuando pensabas que no te veía, vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, y que está bien llorar.
• Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.
• Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una persona buena y productiva cuando crezca.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi y quiero decir:
¡Gracias por todas las cosas que vi cuando pensabas que no te veía.!
Un niño
Un mensaje que todo padre debe leer porque sus hijos lo están observando y haciendo lo que él hace, no lo que él dice.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi pegar mi primer dibujo al refrigerador, e inmediatamente quise pintar otro.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi arreglar y disponer de todo en nuestra casa para que fuese agradable vivir, pendiente de detalles, y entendí que las pequeñas cosas son las cosas especiales de la vida.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y enfermos y aprendí que todos debemos de ayudarnos y cuidarnos unos a otros.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que no tienen nada y aprendí que aquellos que tienen algo deben de compartirlo con quienes no tienen.
• Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella y aprendí a cuidar lo que se nos.
• Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades aún cuando no te sentías bien, y aprendí que debo de ser responsable cuando crezca.
• Cuando pensabas que no te veía, vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, y que está bien llorar.
• Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.
• Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una persona buena y productiva cuando crezca.
• Cuando pensabas que no te veía, te vi y quiero decir:
¡Gracias por todas las cosas que vi cuando pensabas que no te veía.!
Un niño
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